Dr.Juan Barek
Ni todos los logros por la libertad que se han desarrollado en los cuatro siglos que tenemos desde que al hombre le dio por pensarse a sí mismo como libre e indepen-diente de toda institución, llámese esta Estado, iglesia, familia o lo que sea, ni todos estos logros repito, han conseguido que el hombre se sienta libre de la opresión que lo aqueja. Y es que ahora como nunca vivimos la era de las mayores libertades del hombre. Este tiene la posibilidad de hacer con su vida lo que quiera, cosa que hubiese sido in-imaginable hace unos cuantos siglos. No obstante, es como si esa libertad que ha con-quistado fuese un animal insaciable que cuanto más devora al hombre, más requiere de él.
Cada quien es libre de decidir lo que ha de hacer con su vida, incluso si esto i-cluye la búsqueda de la muerte. Recostado en su cama. Mirando hacia el techo mientras una música instrumental suena al fondo se mira a Ramón Sampedro. Esta inmovilizado del cuello para abajo. A lo lejos puede escucharse los cuchicheos de su cuñada conver-sando en la cocina con su hijo, el sobrino de Ramón. Lo único que puede ver es a un lado la puerta que da hacia un pequeño corredor a cuyo extremo opuesto se halla otra habitación y antes de la cual se divisa el primer escalón de las gradas que dan hacia el primer piso, directamente a la cocina.
Ramón se considera a sí mismo una mente viva atada a un cuerpo muerto. De no ser por su mente, el encierro que vive debido a su parálisis sería total.
No obstante, su mente lo ha ayudado a salir de ese encierro por medio de libros que lo han hecho conocido en toda España. Pero no sólo eso sino a través de un juicio que ha puesto al Estado español por impedirle quitarse la vida. El Estado español discute entonces si es lícito o no lo es el quitarse la vida. Esta es pues la última y mayor libertad del hombre dirán sus defensores.Ramón Sampedro, cansado de luchar con la justicia decide quitarse la vida él mismo ingiriendo cianuro frente a una cámara que filma sus últimas palabras. ¿Es cier-to que en última instancia el hombre tiene la libertad de disponer de su vida de esta manera?
Luego de ver esta película basada en la vida del escritor catalán Ramón Sampe-dro, me ha quedado un sabor a estrechez de miras, a egoísmo y a esclavitud, a pesar de que el guión parece intentar elogiar a la libertad del ser humano.
¿Es esta, como dicen los defensores de Ramón Sampedro, la mayor prueba de libertad de ser humano? Me temo que no.
Alguna vez escuche decir a alguien que el costo que tuvimos que pagar las actua-les generaciones a cambio de la libertad fue la soledad y es que ahora este es el mal que aqueja a la sociedad de nuestro tiempo. La capacidad de hacer lo que quieres esta direc-tamente relacionada con la capacidad de aislarte que tienes. Una tercera parte de la población de la gran Manhattan vive sola y el número aumenta. La semana pasada veí-amos en el cine foro la película 28 días después y en ella se veían a hombres que mata-ban a otros hombres debido a un virús agresivo de rabia que se había escapado. Es inte-resante notar que en medio de la película uno de los pocos sobrevivientes del virus que queda, empieza a tener una pesadilla y esta pesadilla no se relaciona con el temor de ser atacado por alguno de estos infectados. En su pesadilla el pierde a sus amigos y se que-da sólo, absolutamente sólo en toda la tierra. Realmente, reflexionábamos la semana pasada, ese es el verdadero miedo del hombre: La soledad. Sin embargo, ese es el costo que debe pagar por su ansiada libertad.
Es curioso que este bien tan preciado por el hombre lo conduzca tan aterrado-ramente hacia el mal más temido por el hombre, sin embargo esto es lo que sucede cuando el hombre se erige para sí ídolos a los cuales alabar en lugar de buscar al Dios verdadero. El hombre ha suplantado a Dios y ha puesto en su lugar su misma imagen. El resultado es el fracaso y el hastío en el cual vivimos.Un escritor francés retrataba a la sociedad contemporánea en uno de sus libros y la describía como androides y marionetas sin sentimientos movidos por sus impulsos, deseos y egoísmos.
A eso es a lo que se le llama libertad hoy en día, al libertinaje y a la esclavitud del hombre por sus apetencias. Quizá lo poco que nos distingue de los ani-males es el hecho de que podemos dominar nuestros impulsos y no dejarnos llevar por ellos. Sin embargo, en nombre de la libertad cada día más perdemos nuestra dignidad y nos sumergimos en el fango de la lujuria.
Reflexione con Juan Barek
miércoles, 28 de mayo de 2014
martes, 13 de mayo de 2014
La respuesta de Dios y la reacción
Dr.Juan Barek
Ante esta verdad, el hombre no regenerado, se siente humillado, y entonces manifiesta su hostilidad. Porque en la justificación, Dios es el todo y el hombre es nada. Por eso, Caín “se ensañó en gran manera y decayó su semblante”. Lo que llenó a Abel de contento, despertó en Caín el enojo.El camino de Caín ha tenido muchos seguidores a través de la historia y los sigue teniendo hoy.
Caín es el religioso lleno de justicia propia, que persigue y mata al testigo fiel, al hombre que ha sido y se sabe justificado. Luego, al ser confrontado por Dios, no pide perdón, sino que se aleja para construir una ciudad, y levantar toda una civilización basada en las habilidades humanas. Desde ese día hasta hoy se esfuerza por mejorar el mundo y convertirlo en otro paraíso placentero, pese a la maldición que ha caído sobre la tierra, y al hecho de que él mismo es un fugitivo.
Los seguidores de Caín son personas religiosas, pero que tienen una religión sin sangre, que no toman en cuenta los caminos de Dios. Ellos piensan que pueden acercase a Dios a su manera. Su religión es una interpretación particular y obstinada acerca de cómo agradar a Dios. Ellos tienen a Dios en sus bocas, pero en verdad no les interesa. Su religión es sólo un ritual, que sirve para acallar la conciencia, o para ser aceptado socialmente. Es una religión sin Dios y sin Salvador.
¿Con cuál de estos adoradores se identifica usted? ¿Puede ver que sus sacrificios por obtener el agrado de Dios son inútiles? ¿Puede ver que el sacrificio de Cristo, en cambio, es perfecto, y del total agrado de Dios?
Mientras usted confíe en sí mismo y en sus obras, no podrá ver la preciosidad del sacrificio de Cristo, ni hallar descanso de sus obras. Crea en el Señor Jesucristo, y alcanzará la perfecta paz con Dios. Podrá usted pasar toda su vida haciendo obras en su intento por agradar a Dios y ser aceptado por Él, pero nunca conocerá la paz perfecta que halla el alma que reconoce su pecaminosidad y se acoge a la justicia de Dios que es por la sangre de Jesucristo.
Si usted se aferra a su propio camino de justicia, menospreciará el sacrificio perfecto del Señor Jesús. No lo haga más. No hay ninguna forma religiosa, ni sistema de ritos que valga la pena conservar si eso significa menospreciar al Hijo de Dios, que murió en la cruz por nosotros. Vuélvase hoy mismo a Dios y tome la senda correcta. Sólo en Cristo hay justicia y salvación eterna.
Le invito a que oremos:
“Padre, te damos gracias por mostrarnos el camino de Cristo y de la fe en su obra. Renunciamos al camino de Caín, y nos acogemos al poder de la sangre de Jesucristo parta ser aceptados por ti. Gracias, Padre, porque tú ya nos has recibido en tu amado Hijo. Amén”.
Fuente: Revistalogos.com
Si el Señor hubiera estado allí
Dr.Juan Barek
En San Juan capitulo 11, versículos 25 y 26, Jesús le dijo a Marta, “… Yo soy la resurrección y la vida…… y se dirigió hacia la tumba de Lázaro para hacer volver a Lázaro de muerte a vida. La tumba estaba en la aldea de Betania. En el lugar donde Jesucristo fue recibido por Marta, allí habló con Marta. Luego, Jesús vino a la tumba de Lázaro que era una cueva ubicada en Betania. Jesús mandó quitar la piedra que yacía tapando la entrada a la cueva. Jesús tuvo que pasar por muchos procesos, uno a uno, antes de poder traer a Lázaro a la vida.
De igual manera, ya sea una piedra, o la distancia, la Biblia nos enseña que también hay muchos obstáculos en nuestro corazón que impide la obra del Señor.Es decir, aquellos corazones que se encuentran ocupados con la desconfianza obstruye la voluntad de Jesús, cuyo deseo es resucitar a Lázaro.
Por eso, así como se abrió entrada y luego se entró, Jesús tuvo que resolver los problemas que se presentaban uno a uno para poder resucitar a Lázaro. Lo primero que tuvo que confrontar fue la incredulidad de Marta.La primera palabra que Marta le dijo a Jesús al encontrárselo fue, “Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto.” Marta varias veces había visto a Jesús sanar las muchas enfermedades. Por ende, ella creía que su hermano no habría muerto si Jesús le hubiera venido a ver mientras estaba enfermo. Claro, Marta creía que Jesús tenía la capacidad de sanar la enfermedad de Lázaro, pero su fe no estaba completa con eso. Ella creía que Jesús podía sanar enfermedades, pero no creyó que Jesús pudiera volver al Lázaro que hedía ya y llevaba cuatro días de muerto.
Esta era exactamente la incredulidad que Jesús quería cambiar dentro del corazón de Marta. Jesús tenía la certeza de que Dios levantaría a Lázaro de entre los muertos. Pero se conmovió ante la incredulidad de Marta. Por eso, Jesús le dijo a Marta, “Tu hermano resucitará.” Marta escuchó lo que le dijo Jesús, “Esta enfermedad no es para muerte, si para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.” A pesar que ella no tenía la fe de que Jesús pudiera traer a Lázaro a vida. Como resultado, ella no aceptó la Palabra del Señor con la fe. Mas bien, manifestó su incredulidad al decir, “Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero.” Jesús le volvió a decir a Marta, “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. ¿Crees esto?” Si Marta hubiera creído lo que Jesús le dijo, significa que también habría creído que Lázaro volvería a vivir aunque ya llevaba 4 días de muerto. Sin embargo, Marta le dijo al Señor, “Si, Señor, yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.”
Marta creyó que Jesús era el Hijo de Dios, el Cristo venido al mundo. Además creyó que Jesús podría haber sanado la enfermedad de Lázaro si hubiera estado allí antes que Lázaro muriera.
Desafortunadamente no pudo creer en ese momento que Jesucristo también traer a Lázaro a vida, aunque llevara tiempo de muerto.
Fuente: Revistalogos.com
En San Juan capitulo 11, versículos 25 y 26, Jesús le dijo a Marta, “… Yo soy la resurrección y la vida…… y se dirigió hacia la tumba de Lázaro para hacer volver a Lázaro de muerte a vida. La tumba estaba en la aldea de Betania. En el lugar donde Jesucristo fue recibido por Marta, allí habló con Marta. Luego, Jesús vino a la tumba de Lázaro que era una cueva ubicada en Betania. Jesús mandó quitar la piedra que yacía tapando la entrada a la cueva. Jesús tuvo que pasar por muchos procesos, uno a uno, antes de poder traer a Lázaro a la vida.
De igual manera, ya sea una piedra, o la distancia, la Biblia nos enseña que también hay muchos obstáculos en nuestro corazón que impide la obra del Señor.Es decir, aquellos corazones que se encuentran ocupados con la desconfianza obstruye la voluntad de Jesús, cuyo deseo es resucitar a Lázaro.
Por eso, así como se abrió entrada y luego se entró, Jesús tuvo que resolver los problemas que se presentaban uno a uno para poder resucitar a Lázaro. Lo primero que tuvo que confrontar fue la incredulidad de Marta.La primera palabra que Marta le dijo a Jesús al encontrárselo fue, “Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto.” Marta varias veces había visto a Jesús sanar las muchas enfermedades. Por ende, ella creía que su hermano no habría muerto si Jesús le hubiera venido a ver mientras estaba enfermo. Claro, Marta creía que Jesús tenía la capacidad de sanar la enfermedad de Lázaro, pero su fe no estaba completa con eso. Ella creía que Jesús podía sanar enfermedades, pero no creyó que Jesús pudiera volver al Lázaro que hedía ya y llevaba cuatro días de muerto.
Esta era exactamente la incredulidad que Jesús quería cambiar dentro del corazón de Marta. Jesús tenía la certeza de que Dios levantaría a Lázaro de entre los muertos. Pero se conmovió ante la incredulidad de Marta. Por eso, Jesús le dijo a Marta, “Tu hermano resucitará.” Marta escuchó lo que le dijo Jesús, “Esta enfermedad no es para muerte, si para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.” A pesar que ella no tenía la fe de que Jesús pudiera traer a Lázaro a vida. Como resultado, ella no aceptó la Palabra del Señor con la fe. Mas bien, manifestó su incredulidad al decir, “Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero.” Jesús le volvió a decir a Marta, “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. ¿Crees esto?” Si Marta hubiera creído lo que Jesús le dijo, significa que también habría creído que Lázaro volvería a vivir aunque ya llevaba 4 días de muerto. Sin embargo, Marta le dijo al Señor, “Si, Señor, yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.”
Marta creyó que Jesús era el Hijo de Dios, el Cristo venido al mundo. Además creyó que Jesús podría haber sanado la enfermedad de Lázaro si hubiera estado allí antes que Lázaro muriera.
Desafortunadamente no pudo creer en ese momento que Jesucristo también traer a Lázaro a vida, aunque llevara tiempo de muerto.
Fuente: Revistalogos.com
La fe en la justicia de Dios
Dr.Juan Barek
La fe en la justicia de Dios viene por la Palabra de Cristo, en si misma contiene la justicia de Dios. Demostrando Su justicia, Dios mostró no solo Su justicia, sino también la justicia de aquellos que creen en Jesucristo. Dios nos libró de todos nuestros pecados y nosotros también creemos en nuestros corazones que Jesús ha tomado todos nuestros pecados. Es por eso que estamos sin pecado y justificados, ya que nos hemos vestido de la misma justicia de Cristo (Gálatas 3:27). Ya que Dios y nosotros somos justos, juntos somos una familia, y tú y yo somos Sus hijos. ¿Crees en estas maravillosas noticias?¿Quiere esto decir que nosotros tenemos algo de podamos jactarnos? ¡Claro que no! ¿Qué hay en nosotros para jactarnos cuando de hecho, nuestra salvación es posible solo cuando escuchamos y creemos en la Palabra de Cristo? ¿Fuimos salvados por nuestras propias obras? ¿De que podemos jactarnos? ¡Nada! ¿Fuiste salvado por asistir a los servicios matutinos de la iglesia? ¿Fuiste salvado porque jamás faltaste a un servicio dominical? ¿Fuiste salvo porque te aseguraste de dar tus diezmos? Claro que no.
Todas estas son obras y la fe basada sobre las obras y la fe complementada por obras, es una fe equivocada. Fuimos salvados de nuestros pecados solo por creer en la justicia de Dios en nuestros corazones. La fe viene por el oír y la salvación viene por la fe en la Palabra de Cristo.El tratar de recibir la remisión de pecados a través de oraciones de arrepentimiento después de creer en Jesús, también es una fe falsa, ya que la verdadera fe viene solo por creer en la justicia de Dios, no por las obras de la ley. Como dice la Palabra, “¿Dónde, pues, está la jactancia? Está excluida. ¿Por qué clase de ley? ¿Por la de las obras? ¡Jamás! Más bien, por la ley de la fe. Así que consideramos que el hombre es justificado por la fe, sin las obras de la ley. ¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No lo es también de los gentiles? ¡Por supuesto! También lo es de los gentiles.”La salvación viene ambos, los Israelíes y los Gentiles, por escuchar y creer en los corazones que Jesucristo los ha salvado con Su agua y sangre. Somos salvos de nuestros pecados cuando creemos en la justicia de Dios. Cuando creemos en esta justicia, la cual es Jesucristo, somos salvados de nuestros pecados. Dios se convierte en nuestro Padre y nosotros en Sus hijos. Esta es la salvación por fe en la justicia de Dios, por escuchar y creer en la Palabra de cristo. Nuestra fe viene de creer en la justicia de Dios.
Nuestra salvación viene de nuestra fe en la Palabra de Cristo. Entonces, ¿crees que Cristo vino a esta tierra como tu Salvador, que con Su bautismo tomó todos los pecados del mundo como propiciación a Dios y que Él murió sobre la Cruz, se levanto de los muertos al tercer día y esta sentado a la diestra de Dios Padre? ¿Realmente crees en esta salvación, en esta expiación de nuestro Señor Jesucristo?Existe mucha gente que le pide a Dios que se aparezca en sus sueños, quién dice que ellos creerán si tan solo lo pueden ver una vez con sus ojos. Algunos afirman haber visto a Jesús en sus sueños, que Él les dijo que hicieran tal y tal cosa-construyeran una iglesia aquí, un centro de oración allá, etc., pero normalmente algo que requiere dinero y el ser engañado por tales afirmaciones falsas, muchos son mal guiados y se extravían. Existen muchas cosas tristes que están pasando en este mundo Cristiano. Debes de darte cuenta que todas estas cosas no son la obra de nuestro Señor, sino del Demonio mismo.Si de casualidad ves a Jesús en tus sueños, no lo tomes muy en serio. Los sueños solo son sueños. Jesús no es alguien que aparecerá ante ti en esa forma, de otra manera no habría necesidad de la Biblia. Si Jesús se apareciera una sola vez, tendríamos que cerrar la Biblia, ya que no habría más necesidad de ella. Pero esto tendrá un efecto devastador en la obra de la salvación de Cristo.Si fuéramos a creer en Jesús sin la Biblia, Él tendría que aparecer ante todos. Pero no hay necesidad de esto, ya que nuestro Señor ya ha cumplido todos los requisitos de la salvación. Es por eso que la fe viene por el oír y creer en la Palabra de Cristo.
Entonces, ¿toda la gente ha oído de Jesucristo? Puede que hayan oído el nombre de Jesucristo, pero no todos han oído el verdadero evangelio. Es por eso que Pablo preguntó, “¿Y como oirán si no hay quien les predique?”Por lo tanto debemos predicar este evangelio que contiene la justicia de Dios. Pero, ¿cómo y cuando? Por qué método o como se predica el evangelio no es importante; todos los métodos de esparcir las buenas noticias, a través de palabras habladas o materiales impresos, deben ser usados. La fe viene por el oír y el oír viene por la Palabra de Cristo. Los materiales impresos que predican el evangelio, también pueden guiar a los lectores a una fe verdadera.
Sin importar el método, debes de recordar que la fe solo puede venir por escuchar y el escuchar solo predicando las buenas noticias.Si realmente tienes fe en la Palabra de Dios en tu corazón, entonces sabrás que eres un Cristiano verdadero. Espero y oro para que sepas esto; que has sido salvado de tus pecados. También espero y oro para que te sostengas de la Palabra del agua y el Espíritu con cariño. Entonces, concluyamos nuestra discusión leyendo Romanos 10:17 juntos.“Por esto, la fe es por el oír, y el oír por la palabra de Cristo.” Amén.
Aquellos que creen en sus corazones por escuchar esta Palabra de Dios escrita son aquellos que tienen la fe verdadera. ¿Tienes esta fe verdadera? Nuestro Señor nos ha liberado de todos nuestros pecados.¡Cuan agradecidos y felices estamos de que el Señor ha quitado todos nuestros pecados! Sin el evangelio, la gente siempre está desmotivada, pero solo oyendo que Jesús tomó todos nuestros pecados con Su bautismo, nuestros corazones pueden ser llenos de gozo y nuestra fe puede comenzar a crecer.Doy gracias a Dios por salvarnos.
Fuente: Revistalogos.com
La fe en la justicia de Dios viene por la Palabra de Cristo, en si misma contiene la justicia de Dios. Demostrando Su justicia, Dios mostró no solo Su justicia, sino también la justicia de aquellos que creen en Jesucristo. Dios nos libró de todos nuestros pecados y nosotros también creemos en nuestros corazones que Jesús ha tomado todos nuestros pecados. Es por eso que estamos sin pecado y justificados, ya que nos hemos vestido de la misma justicia de Cristo (Gálatas 3:27). Ya que Dios y nosotros somos justos, juntos somos una familia, y tú y yo somos Sus hijos. ¿Crees en estas maravillosas noticias?¿Quiere esto decir que nosotros tenemos algo de podamos jactarnos? ¡Claro que no! ¿Qué hay en nosotros para jactarnos cuando de hecho, nuestra salvación es posible solo cuando escuchamos y creemos en la Palabra de Cristo? ¿Fuimos salvados por nuestras propias obras? ¿De que podemos jactarnos? ¡Nada! ¿Fuiste salvado por asistir a los servicios matutinos de la iglesia? ¿Fuiste salvado porque jamás faltaste a un servicio dominical? ¿Fuiste salvo porque te aseguraste de dar tus diezmos? Claro que no.
Todas estas son obras y la fe basada sobre las obras y la fe complementada por obras, es una fe equivocada. Fuimos salvados de nuestros pecados solo por creer en la justicia de Dios en nuestros corazones. La fe viene por el oír y la salvación viene por la fe en la Palabra de Cristo.El tratar de recibir la remisión de pecados a través de oraciones de arrepentimiento después de creer en Jesús, también es una fe falsa, ya que la verdadera fe viene solo por creer en la justicia de Dios, no por las obras de la ley. Como dice la Palabra, “¿Dónde, pues, está la jactancia? Está excluida. ¿Por qué clase de ley? ¿Por la de las obras? ¡Jamás! Más bien, por la ley de la fe. Así que consideramos que el hombre es justificado por la fe, sin las obras de la ley. ¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No lo es también de los gentiles? ¡Por supuesto! También lo es de los gentiles.”La salvación viene ambos, los Israelíes y los Gentiles, por escuchar y creer en los corazones que Jesucristo los ha salvado con Su agua y sangre. Somos salvos de nuestros pecados cuando creemos en la justicia de Dios. Cuando creemos en esta justicia, la cual es Jesucristo, somos salvados de nuestros pecados. Dios se convierte en nuestro Padre y nosotros en Sus hijos. Esta es la salvación por fe en la justicia de Dios, por escuchar y creer en la Palabra de cristo. Nuestra fe viene de creer en la justicia de Dios.
Nuestra salvación viene de nuestra fe en la Palabra de Cristo. Entonces, ¿crees que Cristo vino a esta tierra como tu Salvador, que con Su bautismo tomó todos los pecados del mundo como propiciación a Dios y que Él murió sobre la Cruz, se levanto de los muertos al tercer día y esta sentado a la diestra de Dios Padre? ¿Realmente crees en esta salvación, en esta expiación de nuestro Señor Jesucristo?Existe mucha gente que le pide a Dios que se aparezca en sus sueños, quién dice que ellos creerán si tan solo lo pueden ver una vez con sus ojos. Algunos afirman haber visto a Jesús en sus sueños, que Él les dijo que hicieran tal y tal cosa-construyeran una iglesia aquí, un centro de oración allá, etc., pero normalmente algo que requiere dinero y el ser engañado por tales afirmaciones falsas, muchos son mal guiados y se extravían. Existen muchas cosas tristes que están pasando en este mundo Cristiano. Debes de darte cuenta que todas estas cosas no son la obra de nuestro Señor, sino del Demonio mismo.Si de casualidad ves a Jesús en tus sueños, no lo tomes muy en serio. Los sueños solo son sueños. Jesús no es alguien que aparecerá ante ti en esa forma, de otra manera no habría necesidad de la Biblia. Si Jesús se apareciera una sola vez, tendríamos que cerrar la Biblia, ya que no habría más necesidad de ella. Pero esto tendrá un efecto devastador en la obra de la salvación de Cristo.Si fuéramos a creer en Jesús sin la Biblia, Él tendría que aparecer ante todos. Pero no hay necesidad de esto, ya que nuestro Señor ya ha cumplido todos los requisitos de la salvación. Es por eso que la fe viene por el oír y creer en la Palabra de Cristo.
Entonces, ¿toda la gente ha oído de Jesucristo? Puede que hayan oído el nombre de Jesucristo, pero no todos han oído el verdadero evangelio. Es por eso que Pablo preguntó, “¿Y como oirán si no hay quien les predique?”Por lo tanto debemos predicar este evangelio que contiene la justicia de Dios. Pero, ¿cómo y cuando? Por qué método o como se predica el evangelio no es importante; todos los métodos de esparcir las buenas noticias, a través de palabras habladas o materiales impresos, deben ser usados. La fe viene por el oír y el oír viene por la Palabra de Cristo. Los materiales impresos que predican el evangelio, también pueden guiar a los lectores a una fe verdadera.
Sin importar el método, debes de recordar que la fe solo puede venir por escuchar y el escuchar solo predicando las buenas noticias.Si realmente tienes fe en la Palabra de Dios en tu corazón, entonces sabrás que eres un Cristiano verdadero. Espero y oro para que sepas esto; que has sido salvado de tus pecados. También espero y oro para que te sostengas de la Palabra del agua y el Espíritu con cariño. Entonces, concluyamos nuestra discusión leyendo Romanos 10:17 juntos.“Por esto, la fe es por el oír, y el oír por la palabra de Cristo.” Amén.
Aquellos que creen en sus corazones por escuchar esta Palabra de Dios escrita son aquellos que tienen la fe verdadera. ¿Tienes esta fe verdadera? Nuestro Señor nos ha liberado de todos nuestros pecados.¡Cuan agradecidos y felices estamos de que el Señor ha quitado todos nuestros pecados! Sin el evangelio, la gente siempre está desmotivada, pero solo oyendo que Jesús tomó todos nuestros pecados con Su bautismo, nuestros corazones pueden ser llenos de gozo y nuestra fe puede comenzar a crecer.Doy gracias a Dios por salvarnos.
Fuente: Revistalogos.com
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